miércoles, 15 de junio de 2011

UN POQUITO DE COSTURA

En el colegio las monjas me llamaban gato revoltoso, pero mis amigas me llamaban, y me llaman culo inquieto. El caso es que no puedo estar parada sin hacer nada, mi prima tenía una máquina de coser arrinconada desde hacía muchos años, y un día se la pedí prestada, la llevé a hacer una puesta a punto y que me enseñaran los botones básicos. Y aquí estan los primeros resultados, unas toallas de bebe. Por supuesto estan lejíiiiiiisimos de ser perfectas, pero para no haber cogido una máquina de coser en mi vida no estan mal verdad?

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